Las velas son de colores distintos, asociados a la simbología que a continuación se describe, y cuyo orden de encendido es el siguiente:
- Morado: espíritu de la vigilia.
- Verde: esperanza.
- Rojo o rosa: alegría por la cercanía del nacimiento del Niño Dios. Este domingo se conoce también con el nombre de "Gaudete".
- Blanco o amarillo: presencia luminosa de Dios.
El hecho de ir encendiéndolas de una en una nos recuerda cómo, conforme se acerca la luz, las tinieblas van perdiendo fuerza, de la misma forma que conforme se acerca la llegada del Niño Jesús, que es luz para nuestra vida, debe ir desapareciendo el reinado del pecado sobre la tierra.
La luz de la vela blanca o cirio que se enciende durante la Nochebuena nos recuerda que Cristo es la ‘Luz del mundo’.