Personajes de la época de Jesús

María, madre de Jesús
Una antigua tradición cuenta que los padres de María se llamaban Joaquín y Ana. María nació cuando sus padres ya eran algo ancianos. María vivía en Nazaret y, siendo jovencita, ya estaba comprometida a casarse con José. Pero antes de que se celebrara la ceremonia del matrimonio, se le apareció un ángel a María para anunciarle que iba a ser la madre de Jesús, el Hijo de Dios.
María quedó muy sorprendida. No entendía que pudiera ser madre sin haber tenido relaciones con José.
El ángel la tranquilizó y le explicó que el hijo que iba a tener era obra del Espíritu Santo y que para Dios no había nada imposible.
Entonces María, al oír que era obra de Dios, respondió al ángel: "Soy una sierva del Señor, que me suceda lo que tú dices".
Pocos días después de la visita del ángel, María fue a casa de una prima suya, llamada Isabel, que aunque era anciana, estaba esperando un hijo, Juan Bautista. María se quedó con ella tres meses, ayudándola. Después volvió a Nazaret y se casó con José.
Poco antes de nacer su hijo, María y José tuvieron que ir a Belén para cumplir una orden del emperador. Para María fue un viaje muy duro y cansado.
Cuando llegaron a Belén no encontraron donde hospedarse; las posadas estaban llenas. Así que María y José tuvieron que buscar acomodo en un establo de animales. Allí nació Jesús, al calor de los brazos de sus padres y del aliento de los animales.
A los ocho días de nacer Jesús, María y José lo circuncidaron, según la ley judía, y le pusieron de nombre Jesús, según había dicho el ángel a María.
Días después, llevaron a Jesús al templo de Jerusalén para ofrecérselo a Dios.
Y como el rey Herodes buscaba a Jesús para matarlo, José y María decidieron irse a vivir a Egipto, donde estuvieron dos años. Cuando pasó el peligro, regresaron a su país y se instalaron en Nazaret.
Ya en Nazaret, María llevó una vida más tranquila, como cualquier ama de casa de aquella época. Cuidaba y educaba a Jesús, y realizaba los quehaceres de la casa.
Los evangelios cuentan que cuando Jesús cumplió doce años sus padres lo llevaron a Jerusalén para celebrar la fiesta de Pascua, y que allí se perdió. María lo pasó muy mal hasta que lo encontraron.
Cuando Jesús cumplió treinta años, dejó de vivir en Nazaret y empezó a predicar de pueblo en pueblo. María lo acompañó en muchas ocasiones. Un día fueron a una boda de Caná, y María, preocupada porque faltaba el vino, pidió a Jesús que hiciese algo. Y Jesús realizó su primer milagro, convirtiendo el agua ne vino.
María también estuvo al lado de Jesús cuando murió en la cruz. Jesús no quiso que se quedara sola y encargó a Juan, uno de los apóstoles, que se ocupara especialmente de ella. María sufrió mucho al ver muerto a su hijo. Pero su tristeza se convirtió en la mayor alegría del mundo cuando, tres días después, lo vio resucitado.
María vivió unos años más acompañando a los apóstoles. Cuando murió, Jesús se la llevó con él al cuelo en cuerpo y alma.

José, el esposo de María
José era un hombre bueno y justo. Cuando se enteró de que María esperaba un hijo que no era de él, en lugar de denunciarla decidió dejarla en secreto. Pero un ángel se le apareció en sueños y le explicó que el hijo era obra del Espíritu Santo. José, entonces, no dudó en casarse con María.
El mismo ángel se le apareció de nuevo al poco de nacer Jesús para avisarle que huyeran a Egipto, para proteger a Jesús. Y luego, una vez pasado el peligro, José decidió volver a Nazaret, donde trabajó como carpintero.
José no era el padre auténtico de Jesús, pero lo quiso y cuidó como a su propio hijo. Le enseñó su oficio de carpintero y le dio una educación religiosa. Jesús aprendió desde muy pequeño, tanto en su casa como en la sinagoga, que Dios era lo más importante en su vida.
José era una persona muy cariñosa que quería mucho a Jesús y a María; también tenía mucha fe en Dios. Siempre creyó los mensajes que el ángel le trajo de parte de Dios y actuó en consecuencia, a pesar de lo que pudiera decir la gente y de no entender muchas cosas. No se sabe bien cuándo murió, pero se supone que unos años antes de que Jesús comenzara a predicar.

Isabel y Zacarías
Isabel era una prima de María. Estaba casada con un sacerdote llamado Zacarías. Ambos vivían en una aldea cercana a Jerusalén. No habían tenido ningún hijo, a pesar de que lo habían deseado mucho y se lo habían pedido a Dios en sus oraciones.
Los años fueron pasando y Zacarías e Isabel ya eran ancianos. Pero un día estaba Zacarías en el templo cuando se le apareció un ángel y le dijo que iba a tener un hijo. Zacarías no le creyó y, por no creerlo, se quedó sin habla.
La palabra del ángel se cumplió y la alegría de Isabel fue inmensa. Antes de dar a luz, María estuvo con ella una temporada para ayudarla. Isabel se dio cuenta, inspirada por el Espíritu Santo, de que María también esperaba un hijo, que era el Hijo de Dios.
Cuando Isabel tuvo a su hijo, Zacarías organizó una gran fiesta. Todo el mundo pensaba que que al niño le pondrían el nombre de su padre, pero Isabel quería que se llamara Juan.
Como Zacarías no podía hablar, no decía nada. Pero cogió una tablilla y escribió delante de todos: 'Juan es su nombre'. En ese momento recuperó el habla y empezó a bendecir a Dios y a darle gracias.
Este hijo de Isabel y Zacarías fue el que, cuando se hizo mayor, iba por las orillas del río Jordán anunciando la llegada próxima del Salvador y bautizando. Por eso se le conocía como Juan el Bautista.

Juan el Bautista
Cuando los padres de Juan murieron, él se marchó al desierto de Judá para orar y ayunar. Allí empezó a predicar y invitar a las gentes a convertirse, porque el Mesías estaba a punto de llegar. A la gente que quería convertirse la bautizaba en el río Jordán. Un día, apareció Jesús y le pidió que lo bautizara. Juan se dio cuenta de que era el Mesías y sintió que no era digno de bautizarlo. Pero Jesús insistió y lo bautizó. Juan no tenía pelos en la lengua y decía a las claras lo que estaba mal hecho. Al rey Herodes Antipas lo acusaba de ser un dictador y, además, de vivir con una mujer que no era su esposa. El rey se hartó de oírlo y lo encarceló. Un día organizó una gran fiesta en la que bailó Salomé, hija de la mujer con la que vivía. El rey estaba tan contento que ofreció a Salomé lo que quisiera. Y esta, convencida por su madre, le pidió la cabeza de Juan el Bautista: Herodes mandó decapitarle, y así le dio muerte.

Herodes el Grande
No era el Herodes que reinaba cuando la muerte de Juan el Bautista, sino el que reinaba cuando nació Jesús.
Era un rey sometido al Imperio romano. Fue un gran constructor. Levantó palacios, fortalezas, un teatro y hasta el Templo de Jerusalén.
Pero fue un rey muy sanguinario. Mató, entre otros, a su mujer y a sus dos hijos. Además, mandó matar a muchos niños inocentes cuando se enteró por los Magos de Oriente de que había nacido 'el rey de los judíos'. Tenía pánico a que alguien pudiera poner en peligro su reinado.
Y, como los Magos no regresaron para decirle dónde se hallaba Jesús, mandó matar a todos los niños menores de dos años, pensando que, entre ellos, se encontraría Jesús.

Los doce apóstoles
Una de las primeras cosas que hizo Jesús cuando empezó a predicar fue elegir a doce amigos para que lo acompañaran.
A estos doce los llamó 'apóstoles', que quiere decir 'enviados'.
Estos iban con Jesús a todas partes, aunque no siempre comprendían muy bien lo que Jesús decía y hacía; incluso, cuando a Jesús lo hicieron prisionero, lo abandonaron.
Solo cuando vieron a Jesús resucitado empezaron a comprender mejor quién era y se comprometieron a hacer lo que Jesús les pidió: ir por todo el mundo a anunciar el mensaje de Jesús. Antes de esto, eligieron a Matías para sustituir a Judas Iscariote, el que traicionó a Jesús.
El día de Pentecostés recibieron el Espíritu Santo y, desde ese momento, anunciaron por el mundo que Jesús había resucitado.
Los doce apóstoles son los cimientos de la Iglesia fundada por Jesús.

Pedro
Pedro era pescador y su nombre era Simón.Un día, Jesús le dijo que se fuera con él y, junto con su hermano Andrés, dejó su trabajo y su familia y le siguió.
Pedro era tan buenazo como cabezota. Con Jesús tuvo algunas discusiones. La más famosa fue en la última cena, cuando Jesús quiso lavarse los pies y Pedro se negó porque no quería que él hiciera eso. Sin embargo, cuando se llevaron preso a Jesús, él tuvo miedo y negó que fuera su amigo. Entonces se acordó de que Jesús se lo había advertido y lloró amargamente.
Jesús quería mucho a Pedro y, después de resucitar, lo eligió como jefe de los apóstoles y de toda la Iglesia. Por eso le cambió el nombre de Simón por el de Pedro, que significa 'piedra'. Pedro fue, pues, el primer Papa de la Iglesia. Predicó, realizó curaciones y organizó a los primeros cristianos. Al final de su vida vivió en Roma, donde murió crucificado cabeza abajo en tiempos del emperador Nerón.

Los cuatro evangelistas
- Mateo: era recaudador de impuestos. Los recaudadores eran muy mal vistos por el pueblo, pues se les consideraba ladrones. Sin embargo, Jesús se fijó en él para que formara parte de los doce apóstoles.
- Marcos: fue amigo de san Pedro e, incluso, hacía de secretario suyo. De Pedro y de otros apóstoles recogió los datos para escribir su evangelio, que es el primero que se escribió. En él da a conocer a Jesús a los paganos que habían convertido al cristianismo.
- Lucas: nació en Antioquía de Siria. Era médico y se convirtió al cristianismo. No conoció a Jesús personalmente, pero sí a los apóstoles y, quizás, a María. Fue muy amigo de san Pablo y compañero suyo en algunos de sus viajes. Su evangelio es claro y directo, y es en el que más cosas se cuentan de la infancia de Jesús. También escribió el libro de los Hechos de los apóstoles sobre la vida de los primeros cristianos.
- Juan: era hermano de Santiago, y ambos eran pescadores, como su padre, Zebedeo. Juan era el más joven de los doce apóstoles y también el preferido de Jesús. Jesús, desde la cruz, le pidió que cuidara de María como si fuera su madre, y así lo hizo. Juan escribió el cuarto evangelio, donde habla del amor de Jesús a los hombres y de cómo debemos amarnos los unos a los otros. También se le atribuyen tres cartas del Nuevo Testamento.

Pablo
Se llamaba Saulo (en griego) y nació en Tarso. Era judío de raza, ciudadano romano y griego de formación. De joven se dedicó a perseguir a los cristianos.
Un día iba a caballo, camino de Damasco, cuando una luz muy fuerte lo derrumbó del caballo y oyó estas palabras: 'Saulo, ¿por qué me persigues?'. Entonces, Saulo se dio cuenta de que era Jesús quien le hablaba y se convirtió al cristianismo. A partir de este día dedicó toda su vida a viajar de un sitio a otro predicando el mensaje de Jesús.
Fue tan importante su labor evangelizadora que fue llamado 'el apóstol de los gentiles o paganos'.
Escribió trece cartas que forman parte del Nuevo Testamento. Estuvo preso varias veces y murió decapitado en Roma en tiempos del emperador Nerón.