Jesús nos enseñó la oración más importante: el Padrenuestro. La Virgen María reconoció las obras grandes que Dios hizo en Ella, por eso oraba y alababa al Señor.
En la comunidad cristiana aprendemos a escuchar a Dios, a agradecerle los dones que nos da, a acoger su voluntad, a pedirle en nuestra necesidad, a vivir en su presencia. La familia cristiana es el primer lugar de educación en la oración.
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"El Ángelus de Gala", Salvador Dalí |