El pueblo de Israel era esclavo en Egipto bajo el poder del faraón, Ramsés II. Yahveh (Dios) se dio cuenta del sufrimiento de su pueblo, Israel, y eligió a Moisés para que lo liberara de la esclavitud.
Liberado Israel del yugo de Egipto caminó durante cuarenta años hasta llegar a Canaán, la Tierra Prometida. Durante todo este camino, conocido como "éxodo", Yahveh acompañó a su pueblo y nunca lo dejó solo.